La prácticamente nula incorporación de jóvenes al sector agrario y la sequía, junto con la amenaza del avance de la Xilella fastidiosa y la incidencia de la fauna salvaje que causa importantes daños en las plantaciones, son las principales preucupaciones de La Unió de Llauradors i Ramaders, según explicó Ramón Mampel, secretario general de la entidad, en Benicarló donde convocó a los medios para hacer balance del año.
Mampel abogó por la cesión de tierras para dar continuidad a las explotaciones y asegurar su rendimiento e instó a las administraciones superiores a poner en marcha nuevas políticas enfocadas a los jóvenes para facilitar su incorporación al sector agrario, "el relevo generacional asegura el futuro del sector y, desde hace un tiempo, estamos asistiendo a un abandono del campo porque apenas el 2% de los jóvenes optan por dedicarse a la agricultura y ganadería", señaló. De hecho, añadió, "más del 50% de los agricultores superan los 65 años y cada día se pierden 5 labradores y 8 Ha de cultivo". Promover medidas que posibiliten la rentabilidad de las explotaciones y aumentar las ayudas económicas para cambiar esta dinámica es, para la Unió, "de imperiosa necesidad".
La sequía también ha provocado pérdidas importantes a los agricultores, "la falta de lluvias ha producido una merma significativa en las cosechas, y, consecuentemente, los ingresos para los productores también han sido bastante menores".
Mampel aseguró que el 2017 ha sido un año "complicado para el sector". A la falta de relevo generacional o los efectos de la climatología, hay que sumar nuevas problemáticas que en este año han cobrando especial protagonismo, "la bacteria de la Xylella fastidiosa ya ha llegado a la Comunidad Valenciana, como nos teníamos, y en la Marina Baixa alicantina ya se han detectado varios olivos afectados, si se extendiera a la comarca del Maestrat, sería un desastre", aseguró. Para evitar el avance de la bacteria o al menos conseguir paliar los daños, Mampel indicó que es "apremiante invertir en investigación para conocer mejor la bacteria e intentar trabajar con planteles más resistentes, para, si no es posible acabar con la Xylella, prevenir y controlar sus efectos para convivir con ella". También exigió un mayor control en los productos y materiales que llegan a nuestro país, "la Xylella no camina ni vuela, se ha introducido porque no hay una vigilancia exhaustiva, debe certificarse que están libres de bacterias y virus".
De la misma forma, Mampel también reclamó un mayor control en las plagas y sobrepoblación de fauna salvaje, "el jabalí, especialmente, tiene un impacto directo negativo no solo en el campo, van en aumento los accidentes provocados por estos animales y, además, la proliferación de jabalí favorece el contagio de tuberculosis al ganado, e igual pasa con el conejo y otras especies, que pueden transmitir enfermedades, además de provocar daños cuantiosos en las cosechas".
ALCACHOFA D.O. BENICARLÓ// Mampel estuvo acompañado por Enrique Simó, secretario comarcal de LA UNIÓ, y por José Antonio Urquizu, Responsable del Área de Hortalizas de la entidad. Urquizu aseguró que este año "ha habido un récord negativo de precios por la acumulación de la oferta -especialmente en las campañas de la sandía y la lechuga- y la incidencia de virus y plagas debido a las altas temperaturas y la sequía", "una sequía que ha provocado que el gasto en la factura de la luz sea mayor". Así las cosas, los agricultores de la zona tienen puestas su esperanzas en la campaña de la Alcachofa, "se ha retrasado por las altas temperaturas y, al principio, no se pudo etiquetar Alcachofa con Denominación de Origen de Benicarló porque no tenían la calidad suficiente, pero ahora ya se está empezando a producir y comercializar y, si el factor clima nos es favorable, todo augura que será una buena campaña y las previsiones es de llegar a los 7 u 8 millones de kilos de alcachofa".
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