Un cazador, Juan José Tarragó, halló ayer en el monte
el cuerpo de Heidi Lieselot Platz, la mujer de 72 años que desapareció el
pasado 16 de agosto en Benicarló cuando salió a pasear a su perro
El hallazgo ayer, alrededor de las 9 de la mañana, de
un cadáver en el monte de La Garrotxa, por parte de un cazador, ponían el punto
final más nefasto a un caso de desaparición que ha tenido en vilo a las
autoridades y ciudadanía durante varios meses. El cuerpo sin vida, según
confirmó la policía judial, es el de Heidi Lieselot Platz, la mujer de 72 años
que desapareció el pasado 16 de agosto en Benicarló cuando salió a pasear a su
perro y de la que hasta ayer, a pesar de la intensa búsqueda, no se tenían
pistas de su paradero.
Juan José Tarragó es el cazador que, mientras recorría
el monte acompañado de sus dos perros, dió con el aciago hallazgo. "Fue
Oddie, mi perra, un setter inglés, vi que no venía y que estaba merodeando
todo el rato un lugar, bajo un árbol; tenía un comportamiento extraño y me
acerqué a ver qué le pasaba, entonces fue cuando vi una riñonera y al agacharme
vi que estaba sujeta al cuerpo de la mujer, en ese momento supe que era la
alemana que desapareció este verano", comentó a este periódico. "Me
quedé en estado de shock, me senté en una roca y llamé por teléfono a las
autoridades", señala el cazador, "estaba en posición de genuflexión y
con el cuerpo hacia adelante, como los árabes cuando rezan, pero, a primera
vista el cadáver estaba intacto, aunque deteriorado por estar a la intemperie
durante tanto tiempo", explica Tarragó. "La impresión que me ha dado
es que debió resbalar mientras bajaba del margen de piedra, que es inestable,
porque había piedras por el suelo, y que había intentado levantarse, pero no
pudo", presume.
Hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones de la
Guardia Civil y del Parque Comarcal de Bomberos de Benicarló, que realizaron
las labores de rescate del cuerpo sin vida. El lugar donde fue hallado el
cadáver se encuentra en las proximidades del Mas del Conill, en el monte de La
Garrotxa, en un punto de muy difícil acceso, impracticable. "Debió
desorientarse porque en ese sitio no hay camino y está en un lugar
elevado", apunta el cazador.
Hace tiempo, comenta Tarragó, "tenía el
presentimiento de que me la iba a encontrar un día de estos, cazando, no sé
porqué". De hecho, el pasado verano, el cazador había participado con
otros compañeros en alguna de las diferentes batidas que se llevaron a cabo
para encontrar a Heidi con vida. "En una zona más baja, hay estanques
naturales y estuve mirando por allí, cuando todavía no había aparecido el perro
de la mujer, con la idea de que se hubiese acercado allí a beber, pero no
habían huellas del can".
Una intensa búsqueda que ha durado meses
La desaparición de Heidi Lieselot Platz ha sido un
caso que, además de una gran repercusión mediática, ha tenido un concienzudo
seguimiento por parte de la Guardia Civil de Benicarló que, desde el primer
momento, montó un operativo de búsqueda sin precedentes coordinado por el
sargento jefe de los Bomberos del Parque Comarcal, Roberto Martínez, con el
apoyo de la Brigada de Emergencias de Alcalà, Protección Civil y dos
helicópteros (uno de la Generalitat Valenciana y otro de la Guardia Civil).
Durante las primeras semanas, además, varios voluntarios de Cruz Roja, bomberos
de otras ciudades acompañados de perros especializados en la búsqueda de
desaparecidos, cazadores y numerosos particulares se unieron a la búsqueda, que
resultó intensa, pero infructuosa.
Pese a ello, agentes de la Guardia Civil de Benicarló,
al mando del comandante del puesto, no tiraron la toalla y continuaron
periódicamente peinando las zonas donde, presumiblemente, podría encontrarse la
desaparecida, si bien, la esperanza de hallarla con vida se fueron diluyendo a
medida que pasaban las semanas. Incluso, y según ha podido saber Mediterráneo
por fuentes oficiales, el pasado mes de octubre, y con un equipo de
espeleólogos especializados, se inspeccionaron varias simas localizadas desde
el helicóptero de la Guardia Civil, entre ellas, el avenc del Mas del Marqués,
en el término de Santa Magdalena, por si, accidentalmente, la mujer se hubiese
precipitado a una de ellas.
También fue batida la zona limítrofe con el lugar
donde ha sido hallado el cuerpo, descartándose el punto exacto porque estaba
fuera de las cotas donde cabía la posibilidad de encontrarla, debido a que
resultaba, en principio, imposible, que pudiera acceder allí, más teniendo en
cuenta de que se trataba de una mujer de avanzada edad y por hallarse en un
enclave alejado de caminos y senderos.
El punto donde ha sido hallado el cuerpo de Heidi está
en el término de Peñíscola, aproximadamente a cuatro kilómetros a pie del Monte
de Petiquillo, donde está ubicada la urbanización en la que residía la
fallecida.
Tras el fatal desenlace todo apunta a que su
fallecimiento fue accidental y se descarta, a espera de saber el resultado de
la autopsia, cualquier otra causa.
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