domingo, 10 de abril de 2016

Cristian Arín da vida a los clicks de Playmobil en Benicarló


Los famosos muñecos de bolsillo protagonizan una original exposición fotográfica



Cristian Arín ha pasado buena parte de su infancia jugando, como muchos niños y niñas, con los cliks de Playmobil. Hoy, ya convertido en un joven de 22 años, y desde hace cuatro, es un coleccionista de estas pequeñas y populares figuras y ha unido sus dos grandes aficiones, la fotografía y los playmobil. El resultado de esta sinergia puede contemplarse en la exposición que alberga el edificio gótico de Benicarló donde, gracias a la imaginación y creatividad de Cristian, los clicks parecen cobrar vida y protagonizan una serie de situaciones en distintos escenarios. "De alguna forma continúo jugando, preparando cada escena y buscando el momento y el ángulo para hacer la foto", asegura. 
Tiene más de 70 figuras, si bien sus predilectas son las que resultan más difícil de conseguir, "me gustan las exclusivas o las que ya están descatalogadas y hay que ir buscando por internet para poder adquirirlas". De esta forma consiguió hacerse con personajes como Napoleón, el pintor renacentista Alberto Durero o figuras victorianas con su coche de época incluido. "También encontré un obispo y, aprovechando que lo tenía decidí plasmar en una imagen la controversia surgida en torno a la titularidad del campanario de Benicarló", apunta con una sonrisa. Así, con el título "De qui es el campanar?", dos cliks que personifican a la alcaldesa, Xaro Miralles y al obispo de Tortosa, Enrique Benavent, parecen debatir a los pies de la emblemática torre.  Pero además de la crítica social, Cristian también utiliza sus clicks para hacer fotos-denuncia, "hay una de un basurero recogiendo un excremento de perro, para sensibilizar a la gente sobre la importancia de mantener limpio el pueblo".
La joya de la colección es una caravana del famoso Circo Romani, una edición que la compañía de juguetes sacó para conmemorar su 40 aniversario. "Todas tienen su encanto, las figuras victorianas me parecieron idóneas para hacer fotos por el casco antiguo de Benicarló o delante de la Casa del Marqués". También recrea escenas de películas, como King Kong o La revolución de los claveles.


Cristian confiesa que la idea de fotografiar a sus playmobil surgió "por casualidad", y recuerda que empezó en el tejado de su casa, al caer la tarde, "el resultado me gustó y decidí seguir, primero con animales, como un gato, como si fuera Gulliver, y con esa foto gané el primer premio del concurso ClickAlgerrí del 5 Aniversario de La Marató de TV3". Sin embargo, más que los premios, apunta que su mayor satisfacción y lo que más le motiva es "ver la cara de la gente cuando observa las fotos, les traen recuerdos de su infancia y es emocionante, además, mi idea, con estas exposiciones, es que no se pierda el juego, que continúe de generación en generación como hasta ahora". 
De momento ya ha realizado tres exposiciones, "la primera fue en el mercado de Benicarló, otra en Vinaròs y ahora esta, que al ser en un edificio cultural me daba respeto, pero he contado con el apoyo de mi familia y amigos, en especial de Sara Lluch y David, que comparten mi afición y me animaron". La afición de Cristian no es precisamente barata, "he llegado a pagar hasta 50 euros por una figura, pero te conciencias y ahorras". Por si acaso, Cristian no sale de su casa sin sus cliks, "siempre llevo alguno encima, de hecho, mi llavero es un click". Ahora, como más de uno, se ha encaprichado de un porsche 911 carrera, pero no para él, sino para sus pequeños muñecos, "tendré que ir ahorrando".  

En las fotos de Cristian no hay truco ni cartón, "no son montajes, salgo a la calle con la mochila cargada de clicks, busco el lugar y el momento idóneo y hago varias fotos hasta que consigo la que me gusta". Una de las imágenes captadas que entrañó mayor dificultad fue la de un cocinero elaborando una paella, "la cociné a propósito, con su sofrito y todo, utilizando una paellera en miniatura, pero al final tuve doble recompensa, la foto y que me comí la paella, que estaba muy rica", comenta riendo.  
La foto del cocinero, junto a más de medio centenar, puede verse en la muestra que está resultando todo un éxito. En tan solo dos días ya han pasado por el edificio gótico más de 200 personas. Además, incluye otras actividades que hacen la exposición más interesante y divertida si cabe, como un photocall, juegos, disfraces, concursos y dioramas.  


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